El trazador de pluma de Antonia Gauss y Eva Benhamou

'off the grid' es un proyecto colaborativo dirigido por la diseñadora industrial Eva Benhamou de la Academia Bezalel y la creativa textil Antonia Gauss de ABK Stuttgart. Juntos han desarrollado una nuevasistema de teñido con un lápiz trazador para explorar la intersección de la tecnología digital y la artesanía textil. Este enfoque conceptual se basa en el trasfondo de que las artes y artesanías textiles se originaron a partir de artesanías domésticas y han sido gradualmente alienadas por la producción industrial en masa.Pero según Antonia y Eva , 'la integración de nuevas herramientas y técnicas digitales en los procesos artesanales tradicionales está cambiando el proceso de fabricación. Está creando nuevas oportunidades para ser creativo, recuperando los procesos de producción automatizados y haciéndolos accesibles a todos. La combinación de ambas disciplinas nos permite trabajar el proceso desde una perspectiva tanto textil como de diseño industrial.'

'Fuera de la red' de Eva Benhamou y Antonia Gauss | imagen © Lehi Berger

Antonia Gauss (yaquí ) y Eva Benhamou desarrollaron la parte industrial utilizando un sistema pen plotter y pinceles de tinte adaptados a los procesos textiles. El componente de tela, por su parte, se inspira en la investigación de la técnica de teñido de la pintura sobre seda y su mezcla con tinte ácido. En cuanto al proceso, el dúo comienza colocando una tela de seda blanca en la máquina y enrollándola; Así, el material se estira y se pinta en estado húmedo cuadro a cuadro (el ancho del formato es de 40 cm), lo que permite imprimir en longitud infinita.

Los patrones resultantes revelan formas geométricas lineales combinadas con los puntos de flujo de la colocación del pincel. La rejilla insertada en la máquina crea puntos de resistencia por donde la pintura puede salir. «El resultado visual puede estar relacionado con los límites del proceso de teñido, así como con la interacción entre lo digital y la mano. En cierto modo, las impresiones cuentan la historia del proceso de impresión.'comenta el dúo.

El flujo de color se controla manualmente, al igual que la posición de la altura del pincel; esto permite que permanezcan las irregularidades, dando al diseño su carácter único. En última instancia, el resultado recuerda tanto a los procesos digitales como a los analógicos. Muestra la precisión y repetición de los procesos industriales, así como las características manuales de aleatoriedad y unicidad.'concluyen Eva Benhamou y Antonia Gauss.

imagen © Lihi Berger

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