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May 18, 2023

Convertir los residuos de alimentos en oro

Por Elena Bilheimer, periodista de EcoNews

La industria de la moda es conocida por sus efectos dañinos sobre el medio ambiente, sus prácticas laborales injustas y la promoción del consumismo interminable y la cultura del descarte. Los tintes sintéticos, la mayoría de los cuales son cancerígenos y tóxicos para los ecosistemas, son una práctica central en la industria y se utilizan ampliamente y se eliminan al medio ambiente. Aprender a teñir de forma natural utilizando residuos de alimentos o plantas invasoras es una actividad empoderadora y gratificante que es respetuosa con el medio ambiente y puede ayudar a dar nueva vida a la ropa que, de otro modo, se desecharía o se donaría. Teñir con pieles de cebolla (Allium cepa), un desperdicio de alimentos fácilmente disponible que a menudo termina en la basura o en el abono, es una introducción accesible, barata y fácil a este oficio y al proceso de reciclaje.

Según las Naciones Unidas, la industria de la moda es responsable del 8 al 10 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, al tiempo que produce el 20 por ciento de las aguas residuales. Por el contrario, los tintes naturales que se derivan de fuentes vegetales u hongos tienen un bajo impacto ambiental, son seguros para la salud humana y no liberan ningún químico dañino durante el proceso de teñido. El teñido natural tiene una larga historia, y hasta que los tintes sintéticos se volvieron ampliamente accesibles a mediados del siglo XIX, el uso de plantas y minerales para teñir textiles y otros objetos era la práctica estándar. Es difícil rastrear la historia del teñido con piel de cebolla, ya que las cebollas ahora crecen en todo el mundo, pero la verdura en sí parece haberse originado en Asia central.

Teñir con pieles de cebolla es relativamente fácil en comparación con otros tintes, ya que no es necesario el uso de un mordiente (una sustancia que se utiliza para mejorar la solidez del color y la durabilidad de los tintes naturales) para ayudar a unir el tinte a la fibra natural. Esto se debe al alto contenido de taninos que se encuentran en las cebollas, que funcionan de manera similar a los mordientes. La piel de la cebolla produce una hermosa gama de colores terrosos, a veces incluso tonos dorados. Muchos tintoreros consideran que los colores producidos a partir de fuentes naturales son “colores vivos”, lo que significa que capturan y transmutan la esencia del material vivo que los produjo. Estés o no de acuerdo con esa evaluación, esta práctica puede ayudarte a crear una relación más íntima con las plantas que usas y de las que te rodeas todos los días.

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